Interés General
La ciencia detrás de las canciones pegadizas: ¿Por qué no podemos dejar de tararearlas?
¿Alguna vez te sorprendiste tarareando una canción sin poder sacarla de la cabeza? Ese fenómeno, conocido como «gusano auditivo» o earworm, afecta al 98% de las personas en algún momento. Aunque puede resultar molesto, tiene una explicación científica fascinante.
Los gusanos auditivos suelen ser fragmentos cortos y repetitivos de canciones, generalmente con letras simples y ritmos marcados. Según un estudio de la Universidad de Durham, estos fragmentos activan áreas cerebrales relacionadas con la memoria, el placer y la anticipación, como el giro cingulado y el córtex auditivo. Esto provoca que se reproduzcan en bucle, incluso cuando intentamos concentrarnos en otra cosa.
¿Qué hace a una canción «pegajosa»?
Los investigadores identificaron tres características clave de las canciones pegadizas:
- Repetición: Las canciones con frases musicales que se repiten son más fáciles de recordar.
- Intervalos inusuales: Las notas que se destacan o rompen patrones esperados atrapan nuestra atención.
- Ritmo enérgico: Las melodías con ritmos rápidos o alegres tienden a quedarse en nuestra mente más tiempo.
Éxitos como «Despacito» o «Happy» cumplen con estas características, lo que explica por qué dominaron las listas y nuestra memoria.
¿Cómo sacarse una canción de la cabeza?
Aunque no existe una solución mágica, algunos consejos pueden ayudar:
- Escucha la canción completa: A veces, terminar la «historia» del gusano auditivo puede apagar el bucle.
- Cambia el ritmo mental: Leer un libro o resolver un crucigrama puede distraer al cerebro.
- Reemplaza la canción: Tararear otra melodía menos pegajosa podría hacer el truco.
Un molesto aliado creativo
Aunque los gusanos auditivos pueden parecer una molestia, también tienen su lado positivo. Los especialistas en marketing y músicos los usan para crear jingles y canciones memorables. Además, investigaciones sugieren que el fenómeno está vinculado a la creatividad, ya que activa áreas cerebrales que favorecen el pensamiento lateral.
Así que la próxima vez que te descubras repitiendo esa canción que «no puedes sacar de la cabeza», recordá que, aunque molesta, es una muestra del poder fascinante de tu cerebro.