Córdoba
Córdoba lidera con el primer tambo robotizado educativo en América Latina

En Ramón J. Cárcano, a 18 km de Villa María, funciona el primer tambo robotizado y sustentable, inaugurado recientemente por el gobernador Martín Llaryora.
El establecimiento está ubicado en un campo perteneciente al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y es producto de un convenio con la Escuela Superior Integral de Lechería de Villa María.
Entre sus finalidades se encuentra la de contribuir a la formación de los estudiantes de la institución educativa.
“Se trata de una iniciativa y un convenio especializado entre el INTA y el FUNESIL, dos instituciones que generan un espacio para capacitar a las personas en ordeñe voluntario animal. Es el primer tambo con fines educativos de tierras argentinas y es cordobés”, destacó Mónica Moretto, jefa de la Agencia de Extensión Rural INTA Villa María.
También busca capacitar a productores y operarios agropecuarios, y ofrecer servicios para ensayos e investigaciones en la producción de leche.
“A nosotros nos faltaba desarrollar lo que era la producción primaria de leche. Ahora, con el tambo robotizado, creamos un hito más en la historia de la escuela. Tenemos el primer tambo robotizado con fines educativos y de formación técnica específica de la provincia de Córdoba, de Argentina y de Latinoamérica”, afirmó el presidente de Funesil, Alfredo Gadara.
El proyecto incluye dos aulas, el reacondicionamiento de sectores de capacitación, y un tambo robotizado para ordeñar hasta 60 vacas.
En las nuevas instalaciones, los productores locales podrán validar las prácticas del Programa Provincial de Buenas Prácticas Agropecuarias, del ministerio de Bioagroindustria.
Mario Bruno, capacitado en el tambo robotizado y actualmente guachero, aprendió a criar terneros desde su nacimiento, incluyendo calostrado y manejo de enfermedades.

En las nuevas instalaciones, los productores locales podrán validar las prácticas del Programa Provincial de Buenas Prácticas Agropecuarias, del ministerio de Bioagroindustria.
Mario Bruno, quien se capacitó en el tambo robotizado y trabaja como guachero, contó que aprendió a criar terneros desde su nacimiento hasta su crecimiento, incluyendo calostrado y manejo de enfermedades.
Del tambo a la fábrica de la escuela
Cuando la leche llega desde Cárcano a la fábrica escolar ubicada en Villa María, se realiza una serie de análisis para determinar una calidad mínima de la leche, como su PH, acidez, temperatura e inhibidores.
Luego se derivan a los distintos sectores para realizar los productos.
El volumen inicial siempre va a quesería y después se destina a productos frescos y concentrados.
En la escuela producen dulce de leche, helado, yogurt, leche, crema pasteurizada y varios quesos, como cuartirolos, sardos y fundidos especiados.

“Para nosotros como estudiantes es importante realizar estas pasantías. Vemos en el aula la teoría y en la fábrica la parte práctica, donde adquirimos un perfil profesional en nuestra carrera, aplicando destrezas y observando la transformación de la leche a un producto”, indicó Elías Soria, de la Tecnicatura Superior en Industrias Lácteas.
La Escuela Superior Integral de Lechería de Villa María
Ofrece las siguientes carreras:
- Tecnicatura Superior en Lechería y Tecnología de los Alimentos con acceso a la Ingeniería en Alimentos, mediante un acuerdo con la Universidad Nacional de Villa María.
- Tecnicatura Superior en Industrias Lácteas.
- Tecnicatura Superior en Gestión de la Producción Agropecuaria.
En 1983 se formaliza la Fundación Cultural de Profesores y Amigos de la ESIL (Funesil), institucionalizando el apoyo de la comunidad al desarrollo científico, técnico, cultural y económico de la Escuela.
El establecimiento, ubicado en un campo del INTA, es fruto de un convenio con la Escuela Superior Integral de Lechería de Villa María.
Entre sus finalidades se encuentra la de contribuir a la formación de los estudiantes de la institución educativa.